Cada año, desde el Círculo Polar Ártico, las ballenas grises emprenden un viaje de 8.000 Km a través del estrecho de Bering, recorriendo las costas de Alaska, pasando por Canadá y el oeste de Estados Unidos, hasta llegar a las cálidas y poco profundas aguas de Baja California Sur, en México.
Un viaje que la Ballena Gris realiza desde hace miles de años para iniciar y concluir su ciclo reproductivo, en las ensenadas del Océano Pacífico del oeste de Baja California Sur.
Llegan en Diciembre y emprenden el camino de vuelta en Abril. Durante este tiempo, las ballenas que han dado a luz alimentan y entrenan a su ballenato, con el fin de que pueda emprender el viaje de vuelta al Ártico y resistir con cierta garantía un eventual ataque de las orcas, su gran enemigo. Las que se aparean lo hacen con varios machos con el fin de asegurarse que quedan embarazadas.
Los ejemplares adultos llegan a medir 15 metros y pesar 30 toneladas. Los ballenatos nacen midiendo unos 4 ó 5 metros y pesan 750 kilogramos.
La ballena gris es una de las más amistosas. Los guías que manejan las lanchas que te llevan a las aguas donde se encuentran las ballenas, saben aproximarse a ellas, de manera que con un poco de suerte se pueden llegar a tocar.
La verdad es que la observación de ballenas es algo realmente emocionante. Poder aproximarte a pocos metros es un privilegio.
Después las vimos más cerca
De vuelta nos encontramos unos pescadores limpiando la pesca. Las aves dispuestas a darse un festín.
Un día inolvidable. ¡Si podemos volveremos!
Bibliografía: Guía Lonely Planet, National Geographic, Secretaría de Turismo de México